Virtudes en equilibrio

El equilibrio es la base de la armonía en todos los aspectos de la vida. No importa qué tan bueno sea algo, si nos excedemos se convierte en dañino. A menudo tendemos a hacer un número excesivo de cosas, sin considerar la distribución de nuestro tiempo entre actividades como trabajo, familia, diversión, amigos, etcétera. Mantener el equilibrio requiere de la comprensión de cuándo hacer algo y en qué momento detenernos. A esto se le llama habilidad de discernir, de tomar decisiones.

Cuando hablo de equilibrio me refiero al balance entre situaciones para no llevarlas al extremo: ingresos y egresos, trabajo y descanso, tolerancia y valentía, amor y desapego, placer y deber, paciencia y determinación, hablar y callar, etcétera.

La tolerancia es necesaria en nuestra vida para evitar conflictos y permanecer en paz con nosotros mismos, y cuando está equilibrada podemos aceptar las diferencias que existen en los seres humanos sin tener miedo. Sin embargo, su exceso puede volvernos apáticos, indiferentes y despreocupados de lo que sucede a nuestro alrededor.

La determinación y la paciencia también son básicas en el quehacer humano. Necesitamos de la primera para alcanzar una meta. Esta firmeza, aunque es admirable, en exceso se vuelve testarudez, y una persona testaruda se olvida del arte de escuchar a los demás, pierde facilidad y flexibilidad para hacer las cosas. Necesita estar equilibrada con paciencia, que significa cambiar para alcanzar un objetivo, pero sin presión, lo que nos enseña que no todo depende de uno. A menudo tenemos que esperar, tolerar situaciones y personas mientras tratamos de conseguir nuestro objetivo; es calma y quietud, lo que permite que el gran factor tiempo actúe su papel. Esta es una gran virtud, pero llevada al extremo puede convertirse en descuido y pereza.

Cada una de las situaciones de la vida requiere de un número de virtudes que trabajen al mismo tiempo en equilibrio para que haya éxito.

“Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esta contradicción”.

 

TOMO No. 87
22 de Diciembre de 2008
Portada: Ha*Hash
Entrevista: No Hubo
Carta Editorial: Virtudes en Equilibrio