Esta vez quiero hablarles sobre una mujer ejemplar: Irena Sendler. En esta época de noticias tan difíciles, también hay que recordar a la gente buena que ha pisado este planeta, y que con sus actos heroicos transformó positivamente la vida de los demás.
A Irena le tocó vivir la Segunda Guerra Mundial, y como sospechaba de las nefastas intenciones de los nazis al formar sus campos de concentración, consiguió identificaciones de la oficina sanitaria y aprovechó el miedo de los alemanes a que se desatara una epidemia de tifus entre sus prisioneros para infiltrarse y trabajar como enfermera.
Durante año y medio logró rescatar ¡a más de dos mil 500 niños! ¿Cómo lo hacía? Pues arriesgando increíblemente su vida. Esta mujer los sacaba en ambulancias como víctimas de tifus o los escondía en todo tipo de objetos donde cupieran: botes de basura, cajas de herramientas, bolsas de papas, ataúdes, lo que fuera.
En 1943, un año después de que el campo de concentración donde trabajaba se evacuara, la Gestapo la detuvo y la llevó a la prisión de Pawiak, donde fue cruelmente torturada durante mucho tiempo. Sin embargo, ella jamás reveló los datos de los niños que rescató, y al ser liberada continuó en su intento por localizar a las familias de los pequeños, aún cuando la mayoría de los padres de los niños habían sido exterminados por los nazis.
Irena murió a los 98 años el 12 de mayo de 2008, rodeada del amor de muchísima gente agradecida con su valentía. Su vida nos inspira a entender que todos podemos hacer algo por ayudar a alguien, pensemos y actuemos.
TOMO No. 163
4 Junio de 2010
Portada: Heidi, Kim y Kendra…
Botox & Lipo
Entrevista: No Hubo
Editorial: Una Vida Inspiradora