Este es uno de los textos más conocidos del cantautor argentino Facundo Cabral. Por su extensión, lo publicamos en tres partes. Vale la pena reflexionar sobre su mensaje, ojala les guste.
No estás deprimido, sino distraído de la vida que te puebla. Distraído de la vida que te rodea: delfines, bosques, mares, montañas, rías.
No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay cinco mil 600 millones. Además, no es tan malo vivir solo. Yo la paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco, algo fundamental para vivir.
No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el Éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopin a los 90.
No estás deprimido, estás distraído, por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado, No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza por lo tanto, no eres dueño de nada.
Además, la vida no te quita cosas, te libera. Te aliviana para que vueles más alto y alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones. No perdiste a nadie, el que murió simplemente se adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
¿Quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte: hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Miguel Ángel, la Madre Teresa, tu abuela y mi mamá, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas, y nos aleja porque nos hace desconfiados…
TOMO No. 148
19 Febrero de 2010
Portada: Los Famosos más Ricos del Reino Unido
Entrevista: No Hubo
Editorial: No Estás Deprimido, Estás Distraído (Parte 1 De 3)