Lo que la vida nos enseña (2ª parte)

Madurar tiene que ver más con lo que has aprendido de las experiencias que con los años vividos, pues llega un momento en que sabes que, por ejemplo, no importa tanto dónde llegaste, sino hacia dónde te diriges.

En tu vida te darás cuenta de que si no controlas tus actos, ellos te controlarán, y que ser flexible no significa debilidad o falta de personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación, siempre existen dos lados.

Con sorpresa descubrirás que la persona que esperas que te patee cuando caes, tal vez sea una de las pocas que te ayude a levantar.

Entenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones, y que nunca debes decir a un niño que sus sueños son tonterías, pues sería una tragedia si lo creyese porque le estarías quitando la esperanza.

Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero que no por eso debes ser cruel; también, que sólo porque alguien no te ama como quieres, no significa que no te quiera con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo.

Sabrás que con la misma severidad con que critiques, también serás juzgado, y en algunos momentos condenado; que no importa en cuántos pedazos se partió tu corazón, el mundo no se detiene para que lo arregles. Tendrás claro que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, y que por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

Entonces, y sólo entonces, sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que eso no era posible.

La vida realmente vale cuando tienes el coraje de enfrentarla, OK!

 

TOMO No. 59
9 Junio 2008
Portada: Javier Poza y Vivianne Garzón
Entrevista: Lisardo
Carta Editorial: Lo que la Vida nos Enseña (Segunda Parte)
(Andrea Torre, Alberto Estrella, María Rubio)