Había una vez una isla donde vivían todos los sentimientos del hombre: el Buen humor, la Tristeza, la Sabiduría, el Amor, etc.
Un día se les anunció que la isla estaba por inundarse, entonces todos prepararon sus barcos y partieron. Únicamente el Amor se quedó esperando, solo, y cuando la isla estuvo a punto de hundirse decidió pedir ayuda.
La Riqueza pasó cerca del Amor en una barca lujosísima y el Amor le dijo: “Riqueza, ¿me puedes llevar contigo?”. “No puedo porque mi barca está llena de oro y plata y no hay lugar para ti”, le contestó.
Entonces el Amor le dijo a la Tristeza, que se estaba acercando: “Tristeza, déjame ir contigo”. Ésta respondió: “Estoy tan triste que necesito estar sola”.
Luego, el Buen Humor pasó frente al Amor, pero se sentía tan contento que no se dio cuenta de que lo estaban llamando.
De repente, un hombre viejo se le acercó y le dijo:
“Ven Amor, te llevo conmigo”. El Amor se sintió tan contento que olvidó preguntarle al viejo su nombre, quien se alejó al dejarlo en tierra firme.
El Amor se dio cuenta de cuánto le debía, y le preguntó al Saber: “¿Puedes decirme quién me ayudó?”, y él le contestó: “Ha sido el Tiempo”.
“¿El Tiempo?”, se preguntó el Amor. “¿Por qué será que el Tiempo me ha ayudado?”. El Saber, lleno de sabiduría, respondió: “Porque sólo el Tiempo es capaz de comprender cuán importante es el Amor en la vida”.
Reflexionemos sobre este mensaje, para que no pasen más días sin que pongamos al Amor como la prioridad de nuestras vidas y recordemos que el Amor no sólo se encuentra con una pareja, también se experimenta intensamente con nuestros familiares, amigos, colegas, así como amando nuestro trabajo y cada cosa que hagamos en nuestra cotidianeidad.
TOMO No. 123
28 Agosto de 2009
Portada: Robert y Kristen
Entrevista: No Hubo
Editorial: Las Importancia del Amor