En la película Invictus (2009), dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, hay una parte en la que se recuerdan los años de encarcelamiento que sufrió Nelson Mandela. En esos momentos tan difíciles, el líder sudafricano se aferró a un poema llamado Invictus, escrito por el poeta inglés William Emest Henley.
Se los comparto pues me parece que, aun cuando tengamos que enfrentar dificultades inmensas, la fuerza y la dignidad del ser humano siempre serán más fuertes. Así lo demostró el mismo Mandela al permanecer 27 años encarcelado y salir dispuesto a perdonar a quienes lo apresaron injustamente, con el único objetivo de unificar a su país con un mensaje de paz, algo que, merecidamente, lo hizo ganador del premio Nobel en 1993.
Más allá de la noche que me cubre, negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que pudieran existir, por mi alma inconquistable.
En las azarosas garras de las circunstancias, nunca me he lamentado ni he pestañeado. Sometido a los golpes del destino, mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas, donde yace el Horror de la Sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importo cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el orno de mi destino, soy el capitán de mi alma.
TOMO No. 154
31 Marzo de 2010
Portada: Robert Pattinson
Entrevista: No Hubo
Editorial: Invictus