Es una maravilla tener una buena amiga que te mande correos interesantes y con mensajes tan importantes de difundir como el que recibí hace poco y que captó mi atención, pues tocaba el tema de las ventajas de utilizar las bolsas de plástico.
Al tenerlas a la mano, nos sirven para infinidad de cosas, como guardar de todo y en cualquier lugar, desde lo más grande y hasta lo más pequeño; para proteger, depositar o tirar basura, etcétera.
La verdad es que son un gran invento que nos hace la vida más fácil. Sin embargo, si no las usamos con moderación, serán también agentes que contribuyan a destruir en gran medida la ecología.
La Agencia de Protección al Ambiente de Estados Unidos informa que cada año se consumen a nivel mundial entre 500 billones y un trillón de bolsas, y menos de uno por ciento se vuelve a usar, pues cuesta más reciclarlas que producirlas.
Generalmente su destino final son los campos, bosques, mares, lagos, ríos y océanos, y en ocasiones hasta han ido a parar al Círculo Polar Ártico; más de diez por ciento de la basura que se saca del mar está compuesta por estos aparentemente inofensivos recipientes.
Otro dato preocupante es que casi 200 especies marinas, entre ellas ballenas, delfines, focas y tortugas, mueren al comérselas, pues las confunden con medusas.
Nosotros podemos ayudar a mejorar esta situación si comenzamos a usar empaques de tela. Así ahorraríamos seis bolsas de plástico a la semana, es decir 24 al mes y 288 al año. Si simplemente una de cada cinco personas en nuestro país hiciera esto, evitaríamos usar un millón 330 mil 560 durante nuestra vida.
En este tema hay varios países que han puesto el ejemplo: Irlanda cobra impuestos sobre el uso de bolsas de plástico y ha reducido su consumo hasta en 90 por ciento. Israel, Canadá, Botswana, Kenia, Tanzania, Taiwán y Singapur Ya se unieron a la causa.
Es un problema complejo, pero nuestra participación activa hará la diferencia. Evitemos utilizar las bolsas de plástico, OK!
TOMO No. 67
11 Agosto, 2008
Portada: Amy Winehouse
Entrevista: Toño Mauri
Carta Editorial: Es tiempo de reciclar (Abraham Ramos, Mariana Karr, Jorge da Silva)