El tiempo

En estos días he escuchado a mucha gente decir: “¡Qué bárbaro, ya estamos en la mitad del 2010”. A mi también me parece que el año se ha ido volando, por eso hay que aprovechar el tiempo al máximo. ¿Cómo? Pues dándole prioridad en nuestras agendas a la felicidad, a la compañía de nuestros seres queridos y a los proyectos que nos llenen de satisfacción y nos hagan crecer.

Imagínate que existe un banco que cada mañana abona en tu cuenta 86 mil 400 pesos. Nunca guarda tu saldo más de un día, sino que cada noche borra de tu cuenta el dinero que no hayas gastado.

¿Qué harías? Lo lógico sería retirar todos los días la cantidad que te regalan, ¿o no? Pues bien, cada uno de nosotros tiene ese banco, se llama “Tiempo”.

Cada mañana, ese banco abona en tu cuente 86 mil 400 segundos. Cada noche pone tu saldo en ceros y da por perdida cualquier cantidad que no hayas invertido en algo provechoso.

Si no usas tu saldo durante ese día, quien pierde eres tú. No hay marcha atrás. Tampoco hay cargos a cuenta del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.

Por lo tanto, un buen consejo es invertir tu tiempo para conseguir en tu presente salud, felicidad y amor.

Para entender el valor de un mes, pregúntale a una madre que dio luz a un bebé prematuro. El de una semana, al editor de un semanario. El de una hora, a los amantes que esperan para encontrarse. El de un minuto, al viajero que perdió el tren. El de un segundo, a una persona que estuvo a punto de tener un accidente. El de una milésima de segundo, al deportista que ganó una medalla de oro en las Olimpiadas.

Atesora cada momento que vives y recuerda que el tiempo no espera a nadie.

 

TOMO No. 166
25 Junio de 2010
Portada: Cher, Jaime y Meryl
Entrevista: No Hubo
Editorial: El Tiempo