El aura, el lenguaje de los colores

Esta demostrado que todos los hombres poseen una escala de colores propia, mejor conocida como aura (del griego “aire o brisa”), que es campo electromagnético que envuelve a todos los seres vivos y que se modifica a partir del estado físico, mental y emocional de cada individuo, es decir, que en esta se refleja la personalidad y las situaciones que experimentan las personas.

En 1939, los científicos soviéticos Semyon y Valentina Kirlian descubrieron por accidente el campo magnético del cuerpo humano cuando trabajaban en su laboratorio. Reparando un equipo médico se dieron cuenta de que una descarga eléctrica entre un electrodo y partículas de piel humana producía cambios en el color. Así, lo que hicieron fue fotografiar dicha carga colocando directamente la placa sobre la piel. De esta manera surgió la Cámara KIrlian, herramienta científica para captar el aura. Así pues, si el aura se compone de colores, y cada uno tiene su propio significado, conozcamos las características de los principales colores que pueden conformar nuestra aura.

BLANCO. Es la luz que se difunde (no color). Expresa la idea de inocencia, paz, infancia, divinidad, estabilidad absoluta y armonía.

NEGRO. Lo opuesto a la luz, concentra todo en sí mismo, es el colorido de la disolución, de la separación y la tristeza. Puede determinar todo lo que está escondido y velado: muerte y noche; aunque también contiene sensaciones positivas como seriedad y nobleza.

ROJO. Es alegría y entusiasmo. El más excitante de los colores puede significar pasión, emoción, acción, agresividad y peligro.

AZUL. El color del espíritu, la calma y la paz. Expresa confianza, armonía, amistad, fidelidad y amor.

VERDE. Reservado y esplendoroso. Es resultado del acorde entre el cielo (azul) y el Sol (amarillo). Es el color de la esperanza y comunica naturaleza, juventud, deseo y equilibrio.

AMARILLO. Irradia siempre en todas partes sobre todas las cosas; es el color de la luz y puede significar risa y placer, aunque también egoísmo, celos, envidia y odio.

ANARANJADO. Es el color del fuego flameante, ha sido escogido como señal de precaución. Puede significar regocijo, fiesta y placer.

ROSA. El dicho popular “lo ves todo de color de rosa” refleja fielmente su significado: ingenuidad, bondad, ternura y falta de todo mal.

VIOLETA. Indica ausencia de tensión, calma, autocontrol, dignidad y aristocracia, aunque también representa violencia, engaño y agresión.

GRIS. El color que iguala todas las cosas puede expresar desconsuelo, aburrimiento, vejez y desánimo.

“El alma siempre quedará teñida del color de tus pensamientos”

 

TOMO No. 85
8 de diciembre de 2008
Portada: Rebeca de Alba
Entrevista: No hubo
Carta Editorial: El aura, lenguaje de colores