El libro de Tony Buzan, El poder de la inteligencia social, nos habla, entre muchas otras cosas, de los corazones solitarios. La publicación dice que un estudio sueco demostró que vivir solo y tener pocos amigos te puede conducir prematuramente a la tumba, ya que el aislamiento social es malo para la salud, y si no tenemos compañía, seremos más propensos a las enfermedades cardiacas, por mencionar algún trastorno.
Para que esto no suceda, debemos cambiar la forma en la que recibimos las tensiones y preocupaciones diarias, que sin darnos cuenta, afectan nuestro corazón; por ejemplo, una persona que se relaciona constantemente con otras tendrá una amplia gama de variaciones del ritmo cardiaco en un periodo de 24 horas, a diferencia de aquella que está sola, cuyos ritmos no varían demasiado.
Según los resultados de la investigación –aquí viene lo interesante-, las mujeres que vivían solas, que se relacionaban con pocas amistades y que carecían de actividades que les causarán estrés, tuvieron un ritmo cardiaco bajo, a diferencia de las que hacían todo lo contrario. La gente con una vida totalmente activa y plena, en lo social, sentimental y laboral, es más saludable y corre menos riesgo.
La risa, la excitación, la pasión, la ira, la frustración, la relajación y otra extensa gama de emociones asociadas con las actividades sociales suponen un maravilloso y perfecto ejercicio para el corazón.
La psicosocióloga Myriam Horsten dice: “Cuanto más apoyo social se tiene, más alta es la variación del ritmo cardiaco, mientras que vivir en aislamiento es un alto factor de riesgo para la salud y la longevidad”.
Los amigos nos sanan el alma y el corazón, OK!
TOMO No. 73
15 Septiembre de 2008
Portada: Yuridia
Entrevista: Damián Bichir
Carta Editorial: Cuidado con los corazones solitarios (No hubo comentarios)