El juez más implacable de nuestros actos somos nosotros mismos; también los verdugos de las equivocaciones que cometemos y de las fallas que tenemos frente a los hijos, la pareja y hasta los amigos.
Entonces, una vez pasado el momento de furia aparece la culpa, ese sentimiento que todos hemos tenido una o mil veces y que de repente no sabemos manejar, porqué, ¿quién dice que nadie lo puede experimentar?
Pero, ¿qué es la culpa? Es el enojo que inconscientemente tenemos en contra nuestra al no haber actuado en forma correcta, tolerante y paciente o al dejarnos llevar por el impulso y el calor de una discusión o una adversidad. Esta y otra molestia se van acumulando con el tiempo y es entonces cuando entramos en uno de los juegos más dolorosos para encontrar nuestra tranquilidad emocional: vivir con culpa.
Cuando nos damos cuenta nos preguntamos: “¿Qué hacer?, ¿cómo parar las cosas antes de que sucedan?”. No es sencillo, pero debemos empezar siendo realistas y poniéndonos expectativas claras a cumplir en plazos cortos.
Cuando estás frente a una situación difícil o supones que iniciarás alguna experiencia que te hará sentir culpable más tarde, detente e inmediatamente hazle caso a tu intuición, a ese aviso interior que te pone alerta. Esa voz interna que es como la luz en el tablero del coche que se enciende para recordarnos que es momento de cargar gasolina, y si no lo hacemos, estaremos en problemas.
Eliminar verdaderamente la culpa poco a poco nos ayudará a no envenenar nuestras almas, a mantener relaciones sanas y así no inhibir nuestro crecimiento interior.
Claro que es posible, aunque no es fácil. Recuerda que vivir con culpabilidad nos crea sentimientos de desvalorización y pone en tensión el cuerpo, la mente y las emociones, lo que muchas veces se traduce en estrés, depresión, gastritis, migraña e insomnio.
Johann Wolfang Goethe, gran poeta y dramaturgo alemán, tenía el siguiente dicho:
“La vida nos enseña a ser menos duros con nosotros y con los demás, aprendamos a ser más tolerantes con nosotros”.
Digamos adiós a la culpa, OK!
TOMO No. 81
10 de Noviembre, 2008
Portada: Colinas
Entrevista: Maya Mishalska
Carta Editorial: ¡Adiós a la Culpa! (Comentarios: No Hubo)