Este mes de junio es muy importante en nuestra familia, pues, como ya les había comentado, fue cumpleaños de mi papá y, además, celebraremos a su lado un Día del padre más. Por todos estos motivos le dedico estas líneas que escribí con mucho cariño:
Estamos de manteles largos porque mi padre cumple 94 años. Hoy deseo agradecerle cada frase, cada instante que ha pasado junto a mí; haber compartido sus ideales, sus vivencias, sus sueños y su forma tan particular de vivir la vida. Imagínense, nació en los inicios de la Revolución hace casi cien años, y desde que recuerdo, hasta el día de hoy, se ha adaptado a la modernidad de una forma tan fácil, tan espontánea, que me asombra; es fascinante conversar con él, descubrir al México de ayer y al de hoy, entender que el sentido común y las cosas simples son parte de la vida.
Mi padre ya no corre, ahora camina, pero sigue fuerte como un roble y al pie del cañón con gran sentido del humor, defendiendo sus convicciones con las que logra el respeto de la gente que lo rodea; ha tenido infinidad de logros y, sin embargo, siempre está abierto a enfrentar nuevos desafíos.
Carlos Estrada Lang, decano del periodismo en México, padre amantísimo, permíteme rendirle un homenaje a tu sabiduría, tu generosidad, tu bondad y amor incomparable.
Hoy quiero darle las gracias a toda la gente que ha pasado por tu vida, porque hizo de ti un hombre maravilloso al que amo y respeto.
Son gen de tu gen, sangre de tu sangre, y orgullosa estoy de ello. Te quiero, pa´.
TOMO No. 165
18 Junio de 2010
Portada: Ana Layevska
Entrevista: No Hubo
Editorial: A mi padre, en su día