Uno de los contaminantes más agresivos en el ambiente es el ruido, que se define como todo sonido no deseado, y se caracteriza por ser molesto para el ser humano y los animales.
Incluso puede alterar la salud, desarrollando diversos padecimientos como insomnio, depresión, estrés, falta de concentración, pérdida de productividad, reducción en la calidad de vida y la tranquilidad. A la larga se puede llegar a la disminución o pérdida de la audición, siempre, claro, dependiendo del nivel de exposición e intensidad.
Existen ruidos ajenos que tienen un impacto nocivo en nosotros, como son el de tránsito de aviones, de camiones, de equipos y maquinarias, por mencionar algunos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, nuestro sistema auditivo, sin ser agredido, puede tolerar un sonido de hasta 50 decibeles, y si esta intensidad es superada, los daños pueden ser irreversibles. Me impresioné al saber que cuando vamos a un antro o un concierto, estamos expuestos a más de 100 decibeles y que, además, el oído requiere un mínimo de 16 horas para recuperarse.
También existen otros tipos de ruidos nocivos: en informática, pueden ser considerados como sin significado; en telecomunicaciones son la perturbación que sufre una señal cuando se transmite; en comunicación son la distorsión de las ideas en la conversación.
Igualmente, ruido es la afonía del hablante, la sordera del oyente, la sordera del oyente, la distracción del receptor, el alumno que no atiende aunque esté en silencio; y aunque existe una legislación del ruido, ésta es dispersa e incoherente, casi siempre inteligible y por supuesto incumplida.
Se deduce pues, que el ruido es una forma de sonido y se compone de una parte subjetiva, que es la molestia, y una parte objetiva que puede cuantificarse, que es el sonido propiamente dicho.
Estar concientes de este tipo de contaminación nos ayuda a vivir más en paz con nosotros y con nuestra comunidad, porque todos tenemos el derecho a la tranquilidad, también la obligación de ayudar a tener una mejor calidad ambiental auditiva.
No seamos de esas personas que hacen mucho ruido y pocas nueces, OK!
TOMO 32
4 diciembre 2007
Portada: Susana Zabaleta, su esposo Gruener y sus hijos
Entrevista: Juan Ferrara
Editorial: Ruido (Anaís, Alejandro Tommasi, Roció Banquells)