Cuando de niños se acerca el día de nuestro cumpleaños, a algunos nos da emoción y a otros tristeza. No todos los celebramos de la misma manera y, muchas veces, tampoco podemos festejarlo con quien quisiéramos, pero aún así, es un momento que nos hace sentir especiales.
¿Te acuerdas que cuando éramos pequeños el tiempo pasaba tan despacio que para llegar a cumplir los 15 años se nos hacía una eternidad? Y no se diga con qué emoción esperamos a los 18. No sé por qué, pero conforme vamos creciendo, el tiempo se hace más corto.
Tú, ¿qué tipo de persona eres: de las que festejan con entusiasmo, con amigos y no te importa hasta decir cuántos años cumples, o de las que les chocan las fiestas, que les pregunten su edad y hasta se han llegado a enojar con alguien que les organiza una fiesta sorpresa? La forma de pensar de cada quien es súper respetable.
Cada aniversario es una etapa más, y el año nuevo que empezamos a vivir, una oportunidad que se nos brinda para mejorar, realizar metas y también alcanzar sueños y muchos más.
Veámoslo así: es un hecho irreversible que no volveremos a ser tan jóvenes como antes, y también que ahora definitivamente somos más maduros. Pero sin importar la edad que tengamos, la juventud la llevamos en el espíritu y el corazón.
En lo personal, todavía disfruto y agradezco a la vida que me haya permitido llegar a la edad que tengo, y me queda claro que, junto con las arrugas, también me ha llegado conocimiento, amores y desamores, experiencia y una gran dosis de agradecimiento por tener la posibilidad de cumplir un año más, que seguramente será mejor que los anteriores.
Festéjalo como quieras, porque lo más importante es que ese día es el tuyo. Y no tengas miedo de apagar las velitas, OK!
TOMO No. 50
7 abril 2008
Portada: Heidi Klum y Seal
Entrevista: No Hubo
Editorial: Los cumpleaños, ¿felicidad o tormento? (Héctor Ortega, Cynthia Klitbo, Ricardo Blume?