Manos a la obra

Detenerse un momento a hablar de la grandeza de la generosidad en un mundo individualista, es muy difícil, pareciera que en ocasiones somos miopes ante el dolor, el hambre, el frío, la necesidad y es terrible admitir que existen millones de personas viviendo en pobreza externa.

El sufrimiento ajeno es parte de nuestro entorno, y ayudar parte de nuestra responsabilidad como seres humanos que vivimos en una sociedad con grandes diferencias, en la que no todos tienen agua, comida, escuela, empleo, servicios médicos, etc.

Ante la desigualdad de oportunidades podemos tener la voluntad de ayudar, pero con voluntad no basta, hay que poner manos a la obra, solamente así lograremos hacer la diferencia, porque México ha demostrado ser un país solidario.

La generosidad es una de las más claras manifestaciones de nobleza de espíritu y grandeza de corazón que puede poseer una persona.  Los generosos saben ofrecer a otros lo más preciado de si mismos, que no necesariamente es dinero, sino su compromiso, solidaridad y tiempo.  Siendo generosos seguramente lograremos que el mundo sea un poco ás humano y justo.

El ayudar a otros es como agradecer a la vida por lo que nos ha dado, seguramente habrá alguien a quien podamos apoyar y, en definitiva, uniendo esfuerzos lograremos general cadenas sólidas en beneficio de los más necesitados.

Si hay una causa en la que ¡no dudes en colaborar! Ten por seguro que tu ayuda, por pequeña que sea, cambiará el presente y futuro de alguien que no tuvo las mismas oportunidades.

Desarrollar nuestra capacidad de dar nos ayuda a descubrir ese espíritu de servicio que poseemos y que nos hace más humanos.  Por eso, hay que educar a las nuevas a las nuevas generaciones inculcándoles estos valores.

Reflexionemos sobre la situación de los menos favorecidos, abramos los ojos a sus problemas o necesidades y aprendamos a regalar aquello que tenemos en abundancia, incluso la alegría.

 

Laos Tse dijo: “Da y tendrás en abundancia”, OK!

 

TOMO 13
20 marzo 2007
Portada: Lucero
Entrevista: Paulo Coelho.
Editorial: Asociación altruista (Matty Huitrón, Ricardo Montaner, Paty Manterota)