A Propósito de la reciente boda de Ernesto Laguardia y Paty Rodríguez, hoy dedico estas líneas al amor verdadero que no conoce obstáculos y tiene el valor de abrazar sus ilusiones, sin dar espacio a dudas que la sociedad se empeñe en formular.
Cuando en una relación de pareja encontramos eco en nuestros sentimientos somos privilegiados. Si vemos en los ojos del otro la sinceridad y certeza del amor correspondido, las diferencias de edad, raza, culto y posición económica se desvanecen y dejan de importar porque ¡el amor no pide pasaporte con foto!, sino apoyo, confianza, buena química y libertad.
Sin embargo, aunque nos propongamos vivir el hoy plenamente, mirando hacia delante junto a la persona con la que decidimos iniciar una relación, comúnmente nos topamos con la mirada crítica de algunas personas que juzgan sin pensar que estamos construyendo nuestro futuro, no el suyo.
¿En qué momento los seres humanos nos graduamos de fiscales? ¿Cuándo obtuvimos el título y permiso de juzgar la vida de los demás? Nos movemos en un mundo que rinde culto a lo material, lo aparente y lo superficial; mientras los valores trascendentes, aquellos verdaderamente importantes, luchan por recuperar un lugar prioritario.
Tal vez sea difícil entender algunas decisiones de nuestros seres queridos porque las vemos bajo la lupa de los estereotipos, lo que se supone es “correcto” y lo que haríamos en su lugar; llevados por prejuicios que tal vez ni siquiera hemos reflexionado y sólo adquirimos como una mala herencia. Desgraciadamente criticar se ha vuelto un ejercicio que la mayoría practica…
No juzguemos, decidamos respetar. Apoyemos a nuestros semejantes estemos de acuerdo o no con las decisiones que tienen derecho a tomar, sólo así podremos compartir su dicha y ser parte de ella.
Por el gran cariño que les tengo, deseo de corazón con la unión de Ernesto y Paty esté rodeada de bendiciones y aprovecho para transcribir el mensaje que Patricia y jorge Rodríguez, padres de la nueva señora de Laguardia, envían a los recién casados: “Les deseamos felicidad eterna. Recuerden, para que el matrimonio sea feliz y duradero se necesita ¡mucho más que amor!: comprensión, respeto, paciencia y humildad.
Baltasar Gracián escribió “el más poderoso hechizo para ser amado es amar”, OK!
TOMO 18
5 junio 2007
Portada: Plutarco y Nicolás (hijo).
Entrevista: Itatí Cantoral
Editorial: Deseos para Ernesto Laguardia en su boda (Lucero, Kika Edgar, Daniela Romo)