Soñar es maravilloso

Soñar es el privilegio al que tenemos derecho por igual todos los seres humanos y que nos permite entrar en un mundo misterioso y fascinante donde las reglas de la realidad no aplican.

El sueño ha sido un tema obsesivo de poetas, filósofos, ricos, pobres, hombres y mujeres de todas las edades, y su secreto es un tema complejo que nadie lo ha podido descifrar.

Incluso Sigmund Freud, psiquiatra austriaco del siglo pasado, creador del psicoanálisis y considerado como uno de los filósofos más grandes de la humanidad, escribió un tratado sobre la interpretación de los sueños.

A éstos los produce el subconsciente, que es donde se encuentran guardados todos nuestros sentimientos y emociones.  Hay algunos posibles e imposibles, útiles e inútiles; en ocasiones resultan fantasiosos, tanto en lo bueno como en lo malo, y debido a que nos traen cada noche universos insólitos, personajes misteriosos, visiones infernales o angelicales, episodios únicos y maravillosos, no podríamos vivir despiertos.

Todas las esperanzas, ambiciones, deseos, miedos, fantasmas, tiempos buenos y malos residen ahí, son parte de nuestra mente primitiva y constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica.

Como no tienen moral ni censura, podemos ser críticos libremente.  Cuando sueñas despierto echas a andar tu creatividad y conviertes a los sueños en tus mejores amigos, ya que en ellos puedes expresarte sin tapujos, encontrar consuelo y realizar todos tus deseos.  En ocasiones hasta son un desahogo a tus preocupaciones.

En el consciente, sueña con los ojos abiertos y los pies en la tierra, pues para alcanzar tus sueños necesitas tener una voluntad firme y una inmensa capacidad de entrega.

Pero piensa que de nada te sirve soñar si te olvidas de vivir, OK!

 

TOMO No. 47
14 Marzo 2008
Portada: Dulce María
Entrevista: Lidia Avila
Editorial: Soñar es maravilloso (Angelique Boyer, Roberto Ballesteros, Dalilah Polanco)