En este texto hay reflexiones muy profundas que espero les muevan, al igual que a mí. Se le atribuye a William Shakespeare y, por cuestiones de espacio, se los dejo en tres partes.
“Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y sabrás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre es seguridad”.
“Comenzarás a aprender que los besos no son contratos ni regalos ni promesas… Empezarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto, y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos, y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
“Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado…, aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma. Descubrirás que lleva años construir confianza, y apenas unos segundos destruirla, y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.
“Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir”.
(Continúa en la siguiente edición).
TOMO No. 143
15 Enero de 2010
Portada: Tigre Woods
Entrevista: No Hubo
Editorial: La Diferencia Entre Dar La Mano Y A Un Alma (Parte 1 De 3)