Esta historia trata sobre dos amigos, Pablo y Laura, y contiene una reflexión muy alentadora en momentos difíciles. Se las comparto esperando la recuerden cuando necesiten ánimos para seguir:
Un día, Pablo se reunió con su amiga Laura a tomar un café y empezó a desahogarse de sus angustias: el trabajo, el dinero, la relación con su pareja, su vocación…Todo parecía estar mal en su vida.
Entonces, Laura sacó de su bolsa un billete de 500 pesos y le dijo: “Quieres este billete?”. Pablo, confundido, le contestó: “Claro, ¿quién no querría 500 pesos?”. En ese momento ella tomó el billete, lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bola, se lo enseñó a Pablo y volvió a preguntarle: “¿Lo sigues queriendo?”. “no sé que pretendes con esto, pero siguen siendo 500 pesos. Si me lo das, claro que lo quiero”, contestó Pablo. Laura desdobló el billete, lo tiró al suelo y lo restregó con el pie. Luego lo levantó sucio y marcado, y dijo: “¿Lo sigues queriendo?”.
“Mira, sigo sin entender a dónde vas, pero mientras no lo rompas, el billete conserva su valor”, respondió Pablo. Entonces, Laura concluyó: “Aunque algo no salga como quieres, aunque algo te arrugue o pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre has sido. Lo que debes preguntarte es cuánto vales en realidad y no lo golpeado que estés en un momento determinado”. Laura puso el arrugado billete sobre la mesa y con una sonrisa agregó: “Toma, guárdalo para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal, pero me debes un billete de 500 pesos para usarlo en el próximo amigo que lo necesite”.
Pablo miró el billete, sonrió, lo guardó y en ese momento sintió su energía renovada.
TOMO 170
23 Julio 2010
Portada: Ximena Rubio
Entrevista: No hubo
Editorial: El billete de 500 pesos