¿Cómo se mide la vida?

Este texto me llevó a reflexionar sobre los elementos que tomamos en cuenta para juzgarnos a nosotros mismos y también a los demás. Creo que valdría la pena tomar en cuenta otras cualidades para evaluar nuestro éxito o fracaso en la vida.

La vida no se mide según con quién sales ni por el número de personas con quienes has salido. Tampoco por la fama de tu familia, el dinero que tienes, el modelo de tu coche o el lugar donde estudias o trabajas.

No se mide por lo guapo o lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas ni por los zapatos o la clase de música que te gusta.

La vida se mide según a quién amas y a quién dañas; según la felicidad o tristeza que proporcionas a otros, y de acuerdo con los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.

Se mide por el sabor de boca que dejas en los demás con tu presencia y tus comentarios.

La vida se trata de lo que se dice y se hace, y lo que se quiere decir o hacer, ya sea dañino o benéfico. Se trata de los juicios que formulas y a quien o contra quién los comentas. También del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de cómo lo cultivas y cómo lo riegas.

Más que nada , se trata de si usas la vida para alimentar el corazón de otros, porque tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a los demás, y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

La vida será contigo tan justa como lo eres con los demás.

Hacer un amigo es fácil. Pero la vida habla de ti por aquellos amigos que fielmente supiste conservar. Por aquellos a los que te supiste entregar sin exigencias. Aquellos que cuando no estás, lloran tu ausencia.

 

TOMO No. 162
28 Mayo de 2010
Portada: Sex and the City 2
Entrevista: No Hubo
Editorial: ¿Cómo se mide la vida?